martes, 17 de julio de 2012

Despierta amigo, abandona la infancia (Parte V)


"Los hombres son marionetas, que no se ven izadas por hilos externos, sino accionadas por una maquinaria interna; de allí que, al espectador externo, sus movimientos le resulten inexplicables ... Esta maquinaria es la voluntad de vivir: un impulso tan irracional como infatigable, algo respecto a lo cual, el mundo externo carece de cualquier explicación o justificación que posea una razón suficiente. Se trata del deus ex machina. Dicha voluntad es la que hace moverse a estas marionetas —aun cuando parezcan atraídas por los objetos, los cuales no poseen fuerza para ello— y las mantiene firmemente sobre un escenario del que harían mutis por el foro en cualquier instante. 
Los objetos externos, en cuanto motivos, determinan únicamente la dirección del movimiento de tales títeres, pero, en modo alguno procuran la razón suficiente del movimiento mismo, pues de lo contrario la causa no se compadecería para nada con el efecto. De todo esto se desprende que la vida no compensa tomarse tantas molestias y que, por lo tanto, ella misma no puede ser la meta."

Arthur Schopenhauer. 
El mundo como voluntad y representación.

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